Llega un mortal al cielo y le pregunta a Dios:
-Dios, ¿Cuánto tiempo es para ti mil años?
-Hijo mío, eso es para mí como un segundo.
El hombre se queda pensado y luego le pregunta:
-Y ¿cuánto sería para ti un millón de dólares?
-Eso sería como un centavo.
El hombre, pensado todo eso, le dice a Dios:
-Dios ¿por qué no me regalas un centavo?
-Sí, en un segundo.
Estaba un sacerdote celebrando una misa y dice:
– ¡Alabad, hermanos!
Y contesta una señora:
– Y a planchad también que dejé mucha ropa.
Era una vez un hombre que llega muy borracho a su casa y le dice a su mujer:
– Vieja otra vez me están espantando en el baño.
A lo que su mujer responde:
– ¿Por qué lo dices?
– Porque abro la puerta y se prende el foco y la cierro y se apaga.
Y su mujer le dice:
– ¡Viejo!, Otra vez te hiciste popo en el refrigerador.
A un borracho se le caen 100$ por la alcantarilla y dice:
– No voy a meter mi mano en la alcantarilla por 100$.
Agarra otros 100$ y los tira
– Pero por 200$, sí.
Una maestra le dice a su alumno:
– A ver dígame, Pablito, ¿Qué pasa si le corto una oreja?
– Me quedo sordo.
– ¿Y si le corto la otra oreja?
– Me quedo ciego.
– ¿Por qué?, – dijo asustada la maestra.
– Porque se me caen los anteojos, maestra.
Va un misionero corriendo por la selva porque un león lo sigue, como no puede más se detiene y se pone a rezar de rodillas:
– Por favor, Seño,r convierte ha este león en cristiano.
Entonces el león se para delante de él, se arrodilla y dice:
– Señor, bendice estos alimentos que voy a comer