“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

GOETHE

Nuestra Presencia


Los primeros Misioneros de San Carlos-Scalabrinianos iniciamos nuestra labor apostólica entre los Migrantes italianos en Brasil y en los Estados Unidos. Una vez que la corriente migratoria europea terminó, abrimos nuestro campo de actividad misionera a los nuevos flujos migratorios del Caribe y de Latinoamérica. Este nuevo desafío en nuestro ministerio, llevó a la Congregación a hacerse presente en los países de donde los Migrantes provenían. Los objetivos de esta presencia fueron: conocer más la cultura y tradiciones de estos países, sensibilizar a la Iglesia y a la sociedad local sobre el fenómeno migratorio, atender a los migrantes en las fronteras, así como preparar a nuevos misioneros.

Al llegar a México y a Guatemala, los Misioneros de San Carlos apoyamos a las Comisiones Episcopales para la Migración y el Turismo en su tarea de sensibilización en las diócesis, de manera que en sus planes pastorales se tome en cuenta el fenómeno migratorio con sus implicaciones a nivel religioso, familiar y cultural.

Mientras los gobiernos levantan muros en las fronteras y promueven programas ante-migratorios, los Misioneros de San Carlos construimos las Casas del Migrante en Tijuana (1987), Ciudad Juárez (1990), Tecún Umán, Guatemala (1997), Tapachula (1998) y Ciudad de Guatemala (1999). Desde Ciudad Juárez se apoyan las Iglesias locales en los Centros para los Migrantes de Nuevo Laredo, Tamps. y de Agua Prieta, Son. En estos albergues ofrecemos hospedaje, alimentación, servicio médico, orientación laboral en materia de derechos humanos, así como apoyo espiritual y moral a los que intentan cruzar por las fronteras. Nuestras Casas del Migrante son un espacio de descanso, reflexión, amor, fe y esperanza, cuyo objetivo es hacer vivas las palabras de Cristo: “Yo era extranjero y tú me acogiste” (Mt 25.35).

En Ciudad de Guatemala, desde 1994, presta sus servicios el Centro de Atención al Migrante (CAM), en Tecún Umán opera el Centro de Derechos Humanos. Con estas iniciativas queremos dar una respuesta de Iglesia a la realidad migratoria que tanto afecta nuestra sociedad.

La Congregación Scalabriniana prepara también a los jóvenes que quieran servir a Cristo Misionero y Migrante. En 1985 abrió sus puertas el Seminario San Carlos en Guadalajara, Jal., en 1988 el Noviciado Scalabrini en Purépero, Mich., en 1996 el Seminario Juan Bautista Scalabrini en México, D.F.

El Señor ha bendecido con frutos abundantes el trabajo vocacional y formativo. Tenemos Misioneros Mexicanos con los Migrantes en Estados Unidos, Argentina, Brasil, Italia, Australia, Filipinas e Indonesia. Contamos también con un numeroso grupo de religiosos que estudian en nuestras teologías internacionales, además de un nutrido grupo de novicios, de estudiantes de filosofía y en el Año Introductorio.

Con el objetivo de despertar una sensibilidad y conciencia crítica acerca del fenómeno migratorio, a la luz de la dignidad de la persona y de la fe cristiana, los Misioneros de San Carlos apoyamos la preparación de agentes laicos de pastoral migratoria, comprometidos y capaces de generar iniciativas y propuestas concretas a favor de los Migrantes. De aquí se desprende el programa de voluntariado, en el que muchos jóvenes prestan sus servicios en las Casas del Migrantes y en las Misiones.